Si mis pinceles no pudieran hablar, Si mis pies no fueran capaces de dar un paso adelante o volver para ganar perspectiva en lo que veo, Si en mi cabeza la confusión y la duda no reinaran , si no lloro, me río. Si no estuviera deslumbrada por el blanco y conmovida por el añil, qué soledad tendría conmigo misma. (Lita Cabellut)
Hay pocas veces que un artista deja
impasible la mirada del espectador.
Hay artistas que trabajan la belleza
exterior, hay artistas que trabajan la belleza interior, hay artistas que
trabajan la fealdad, hay artistas que provocan en tu interior un desasosiego
infinito, hay artistas que te hacen emanar una sonrisa, hay artistas que no los
comprendes, hay artistas que te sientes cómplice, hay artistas que trabajan lo femenino, hay artistas que
trabajan lo masculino, hay artistas que trabajan el género del retrato, hay
artistas que trabajan en el paisaje interior de un colectivo, hay artistas que
trabajan la materia, hay artistas que trabajan el color, hay artistas que
trabajan las texturas, hay artistas que trabajan con fotografía, hay artistas
que trabajan la escultura, hay artistas que trabajan en instalaciones, hay
artistas que trabajan con decorados de obras de teatro, opera, hay artistas
reflexivos, hay artistas libres, hay artistas académicos antiacadémicos, hay
artistas que aman su trabajo, hay artistas que desde el dolor se emancipan y
gobiernan sus vidas, hay artistas que comparten, hay artistas que se guardan y
salvaguardan del odio, hay artistas realistas, hay artistas abstractos….. ¡hay
artistas que….! Todo esto y mucho más es parte identificativa de la obra de
LITA CABELLUT.
El tulipán Negro 2014
Escribo su nombre en mayúsculas,
porque es una artista en mayúsculas, y me refiero a que es una artista a lo
grande en muchos sentidos, Lita trabaja con grandes formatos: la mayoría de
sus obras plásticas son de metro y medio por dos metros, pero también los
rostros y figuras humanas son inmensas en cuanto a su impactante gestualidad,
poder de la mirada y de una fisicalidad desmesurada. Lita Cabellut es
metafísica pura. Lo bello, lo feo, tal y como lo tenemos aprehendido, en Lita no
tiene la mayor importancia, son cualidades “non” destacables del ser humano.
Lita le da una vuelta de tuerca a estos conceptos y los convierte en propios; racial y no sólo de género, en cada poro de
sus personajes se cala sus orígenes gitanos, mostrando una fuerza interior poderosa
e inigualable.Su obra es bizarra -en el sentido de valiente y arriesgada-, y sus diferentes temáticas, siempre claro está partiendo de la figura humana, o más bien de personajes conocidos, o re-inventados por ella, nos hablan de algo más que del arte del retrato académico, son una mezcla de la psicología del personaje aunada a la de la propia artista, de ahí que esas miradas y poses tan intensas reten, desafíen al espectador, pero sin ápice de agresión. Cada obra, sea bien aislada, o perteneciente a una serie, Lita los aborda desde su “yo” personal, desde sus entrañas, muy lejos de la desidia y la modorra de lo
establecido, de la rutina insulsa y pertinaz. No es una retratista al uso, narra con sus pinceles y a través de sus personajes elegidos, documentos de vida, es su forma de plantear en forma de hagiografía sus lienzos.
Dried Tear 2014
Pero sin lugar a dudas, Lita es una artista que ha conseguido ser
reconocible, creando un estilo propio y singular que la hace tan diferente y
original. desde sus comienzos hasta su obra mas reciente siguen un hilo
conductor en cuanto a tratamiento pictórico se refiere. Mas allá de resultados
bien figurativos, bien abstractos, la peculiaridad de su trabajo radica en el manejo
las texturas y la profundidad en las obras , para ello durante años ha
investigado y trabajado en una solución para sus fondos. Lo consigue mediante una técnica conocida como “cracking”, con arcilla como
catalizador, en que la naturaleza orgánica de los materiales se descompone.
Le suma el impasto expresionista que produce grietas por donde guiar el ojo más
allá de lo visible. Las figuras están envueltas en un manto
craquelado de pintura que le transfiere un aspecto antiguo, usado y ajado por
el tiempo, parece como si de una piel se tratara; curtida y con cicatrices, que
en muchas de sus obras son acordes con sus personajes, muchos de ellos extraídos
de la historia y que Lita Cabellut refleja su gran admiración y personal
homenaje a los grandes de la pintura, Velázquez, Zurbarán, Rembrandt, Bacon entre otros. Lita
se apropia de sus obras y las reconvierte y renueva de tal manera, que ante
cualquiera de sus retratos notamos la presencia de ambos artistas, es decir,
presente y pasado, pasado y presente unidos pero si cabe dotados con mayor
personalidad y carácter.
El lenguaje pictórico utilizado es de tintes realistas con fondos muy gestuales, pictóricos, que remiten al expresionismo abstracto de Pollock, -en su gestualidad,- son su vehículo para adentrarse en lo más intimo e interno del conocido-desconocido.
Quiero hacer incapié en tres artistas que a mi juicio se asemejan en su
registro estético, independientemente de la personalidad y autenticidad de cada uno de
ellos. El primero es Lucian Freud, el artista londinense retrata como nadie la
vulnerabilidad del cuerpo usando como medio una carnalidad matérica, la fuerza
que generan sus personajes, se encuentran también en los de Lita.
El uso de espacios, la forma de trabajar la luz, el sonido, la musicalidad
de la pintura me lleva a pensar en la forma en la que Miquel Barceló, otro
artista multidisciplinar trabaja lo que se conoce en pintura como celaje o
fondo de una forma Neoexpresionista con grandes formatos y gran cantidad de masa
pictórica.
Por último, la manera de representar las heridas de la vida, las cicatrices
de la piel, la dureza de la vida, me conduce a revisar la obra de la artista
inglesa Jennny Saville, heredera de la
Nueva figuración de los años 50 y 60, perteneciente al grupo Young British
Artists, ambas tienen una forma parecida de
visualizar a la la mujer de hoy día, sin
ningún tipo de idealización, sin buscar la belleza, sólo la veracidad,
realizando paisajes en sus rostros y cuerpos.
Miquel
Barceló Lita ante una de sus pinturas
Entiende la expresión artística como un acto muy íntimo y pasional “viene
de algo muy profundo“… “El Arte es delirio y hay que dejarse llevar
por él“… “El Arte se escupe“… “Por encargo no retrato ni al
Rey”… y reconoce como principal influencia a Camarón de la Isla
“de quien más he aprendido” por encima de pintores y escultores.
Jenny Saville /
Lita Cabellut Impulse 10 (2010)
Pero no sólo Lita trabaja en el campo de la pintura, como mencioné anteriormente es una artista multidisciplinar, produce obras escultóricas, instalaciones - que merecen otro texto-; Artista incansable, su último trabajo de agosto 2017: Lita Cabellut estrena con La
Fura dels Baus el montaje de “Le siège de Corinthe” (El asedio de Corinto)
en el Festival Rossini de Pésaro. Como hiciera Chagall en 1967 con “La Flauta Mágica” en el Metropolitan
Opera de NYC, Lita ha elaborado los decorados, el vídeo y el vestuario del
montaje, junto a 10 grandes lienzos que ha pintado para la ocasión. Una
desbordante escenografía para la historia bélica y de amor de Rossini en
que los vestidos de Lita son obras maestras que arropan a los
protagonistas como una segunda piel cuarteada por el paso del tiempo.
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