domingo, 15 de noviembre de 2015

Carlos Galan. Cosmos 21


Carlos Galán y su Cosmos 21, texturizador musical

¿Es música culta, música clásica, música avanzada, música contemporánea, música fusión, las piezas que nos regala a nuestros oídos Carlos Galan ? Partiendo de las etiquetas con las que denominamos a la música clásica compuesta hoy en día, podríamos decir que el compositor madrileño está en todas y cada una de ellas, aunque a el mismo la forma con la que le gusta más definirse es como creador de música matérica. Pero y que es esto de música materica? Obviamente cómo su nombre bien conlleva, es pura materia en forma musical.

Alberto Burri. Combustione (1962)

La música requiere, para su composición, de "materia sonora" y tiempo. La materia sonora está conformada por sonidos, en forma elemental, como un material en bruto, sin forma ni orden. Estos sonidos pueden provenir de la voz humana, de los instrumentos, e incluso de la naturaleza y las máquinas. Tenemos por ejemplo, que en la llamada "música concreta" se emplean ruidos y sonidos del viento, del agua, de instrumentos, etc. los cuales se graban y se utilizan musicalmente.
La materia sonora en sí, no es música. Necesita del compositor, quien por medio de su inspiración y sus conocimientos crea una obra musical, combinando la materia sonora y el tiempo.

Si atendemos a lo que dice el diccionario sobre el concepto arte matérico, dice así: "Que emplea como medio de expresión materiales distintos a los utilizados tradicionalmente en la obra de arte”. Concepto que por otro lado comenzó a utilizarse para explicar un tipo de pintura: la pintura materica, y que posteriormente se trasladó a otras disciplinas artísticas como es la música. Un ejemplo claro es John Cage y su controversiada pieza 4' 33". En el que el silencio por primera vez en la historia de la música se convirtió en parte primordial de la música.

Carlos Galán es si duda alguna el máximo exponente de compositor de música materica. Dubuffet o Fautrier a partir de los años 50 desgarraban, rasgaban, rompían el lienzo, combinaban los materiales de tal manera que sus obras declaraban la guerra al minimalismo tan en boga en esos momentos, De esta forma reclamaban y reivindicaban el uso y disfrute de lo que podemos denominar como "pintura, pintura". En fin texturizaban la pintura, y a mi parecer, eso es lo que hace Carlos Galan, texturiza al máximo cualquier sonido que emite de sus partituras a lo largo de sus 35 años como compositor. En cualquiera de sus obras en su ya larga trayectoria musical, los sonidos pueden provenir de la utilización de materiales que en su correcta fricción generan un amplio abanico de sonidos véase una moneda al caer dentro del agua, un puntero que rasga las cuerdas del piano, dos lijas contrapuestas que chirrían, el sonido clásico y poético del triángulo, y por supuesto los más conocidos y clásicos instrumentos como la flauta, clarinete, saxo, piano, xilófono, pero agotándolos de tal forma que en su s composiciones aparecen nuevas formas y sonidos. Esto incluye el uso de técnicas extendidas, texturas complejas e inestables. Heredero en un principio de la música atonal, utiliza nuevas técnicas modernas y con influencias en algunos casos jazzísticas y de blues, pero sobre todo con grandes y bruscos cambios en la textura. En definitiva se convierten en piezas de una gran riqueza sonora.
 
Pero no solo es música, en cada uno de los conciertos del grupo que dirige Carlos Galan, Cosmos 21, algunas obras son un auténtico goce para los sentidos, la puesta en escena va más allá que unos músicos dispuestos ordenadamente y emitiendo sonidos de sus instrumentos. Se convierten en auténticas performances, como es el caso de Divertimento IV Blues Free, en el que el propio compositor y director se desespera ante un pianista que no ejecuta la pieza correctamente, y ante el asombro del mismo y del público, le desbanca de su propio lugar, convirtiéndose en un momento grácil y alegre que levanta al público el ánimo, pero eso si, sin perder un ápice de seriedad a nivel musical. Esta claro que su música o la amas o la odias, no hay término medio, claro esta, que a mi humilde entender es más una cuestión de cultura musical, ya que cada una de sus obras llevan detrás horas y horas de intenso trabajo, de investigación, estudio, perseverancia en el trabajo, siendo uno de sus objetivos la búsqueda de nuevos y fascinantes sonidos.  
 

Grupo Cosmos 21. Teatro Salmeron (2015)

Difícil y arduo el camino de Cosmos 21, ya son veintiocho años desde que se formo el grupo de cámara, en los que han recorrido no sólo la gran parte de la geografía española sino también otros países como Cuba, Bulgaria, Italia, Alemania, Francia, Japón,  etc. Hoy en día es verdaderamente complicado encontrar ayudas, la música "contemporánea" interesa poco o nada, y mantener una formación de ocho músicos es de un valor más que apreciable. Pero Carlos Galan, tan comprometido con la música y el arte, no cesa en su empeño de divulgar, y hacer llegar al máximo número de público posible sus trabajos musicales pero también la de tantos y tantos compañeros músicos que no tienen la oportunidad de dar a conocer sus creaciones, muchas veces incluso habiendo resultado en negativo sus conciertos económicamente hablando. Estamos en el siglo XXI y desgraciadamente a no ser que tengas un nombre consagrado en cualquier disciplina artística el acceso a este tipo de obras más contemporáneas es trabajo de fondo deportivamente hablando. Pero yo siempre me pregunto, que si aparte de las autoridades, instituciones, gobiernos, etc., ¿no deberíamos hacer un pequeño acto de constricción y pensar que algo de culpa tenemos el público, siempre esperando aquello que podamos reconocer en nuestro universo sonoro, si es de música de lo que hablamos? Un poco de apertura mental y disposición a aprender deberíamos incluirla e nuestras aptitudes a la hora de responder a las nuevas propuestas musicales.



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